martes, 19 de abril de 2016

EL TAJ MAHAL

EL TAJ MAHAL
HISTORIA:
Esta historia real, data de 1607, cuando un príncipe de tan solo 20 años de edad, heredero del Gran Imperio Mongol, conoce a una joven persa-musulmana llamada Muntaz Mahal de quien se enamora profundamente. Es ella quien se transforma con 19 años en la nueva princesa y segunda esposa de este emperador, celebración que se llevó a cabo en la ciudad de Agra, estado de Uttar Pradesh, unos 200Km. al sureste de Delhi, India.
Él era un príncipe heredero de quince años, ella una adolescente de catorce; la leyenda dice que la joven vendía bagatelas cuando se vieron por primera vez. Se llamaba Ajumad. Era bella, inteligente y culta, pero las razones de estado interfirieron con la temprana pasión: el príncipe fue obligado a tomar por esposa a una princesa como él, hija del rey de Persia. Pero la ley musulmana vino en su ayuda: permitiendo que un hombre tuviera cuatro esposas.
Consultando la fecha con los astrólogos de la corte, se llegó al día del casamiento. ShaJahan, por fin pudo reunirse con su amada en el año 1612, después de cinco años impedido de verla. Poco después, el nombre de ella sería cambiado por otro: Muntaz Mahal, qué significa, literalmente, ‘la elegida del palacio’. La feliz unión duró diecinueve años. En 1631, Tras 19 años de matrimonio y de una vida de gran amor, Muntaz fallece en Berhanpur, luego de dar a luz a una niña, su hijo N°14. Ella se encontraba allí  acompañando a su esposo en una campaña, cuyo objetivo era sofocar una rebelión.
El emperador recibe un pedido de su adorada esposa antes de morir, en donde debía cumplir con las siguientes promesas:
Que construyera su tumba., Que se casara otra vez, Que fuera bueno con sus hijos, Que visitara su tumba cada año en el aniversario de su muerte.
El emperador y amante esposo se sintió morir también. Su tristeza era tan profunda que se encerró en sus habitaciones ocho días con sus ocho noches, sin probar comida ni beber. Al cabo de ese tiempo, pálido y envejecido, salió y ordenó que se cumpliera el luto en todo el reino. Prohibió usar vestimentas de colores, tocar música, usar perfumes y joyas, y hasta llegó a prohibir la sonrisa entre los súbditos.
Mientras tanto, Jahan hizo un juramento: Mahal tendría la tumba más hermosa que el mundo hubiera visto jamás, en testimonio de su amor y para que el recuerdo de su nombre perdurara por siempre.
Con la fusión de la tradición hindú y la persa-musulmana dando forma en mármol blanco, se obtuvo como resultado la construcción del Rauza, es decir de la tumba de la “elegida del Palacio”, a pedido de ShaJahan.  Este hoy, patrimonio de la humanidad fue emplazado en los bancos del río Yamuna en 1631. Para tal construcción se emplearon veinte mil obreros y los materiales utilizados fueron transportados desde Marrana mediante elefantes (1.000) ya que la distancia a recorrer era de unos 300 kilómetros. Finalizando en 1653, con este gran mausoleo de amor.
Este majestuoso homenaje tuvo su lado costoso para ShaJahan quien perdido por su  amor vivía para venerar a su mujer. A tal punto que esta obra fue adornada en su interior y exterior por piedras preciosas de distintos puntos, por ejemplo: desde Bagdad, China, Afganistán, Tíbet, Egipto, Persia, Yemen, Rusia y Ceilán, entre otros. Esto llevo a que este emperador caiga rotundamente en una ruina económica y consecuentemente en la pérdida de su trono. Por la disputa de este último se desató una cruenta guerra entre los posibles herederos. Frente a ello, cuando ShaJahan  se siente muy debilitado, decide rendirse, y su hijo Aurangzeb toma el trono, y le permite seguir con vida a cambio de quedar prisionero hasta el día de su muerte en el Fuerte del Agra.
Finalmente, este fallece en 1666, el cual es enterrado en el Taj junto a su amada esposa. Sin embargo, la historia cuenta que ShaJahan había proyectado construir justo enfrente del Taj, una réplica exacta en mármol negro y unir ambos mausoleos mediante un distinguido puente. Sin embargo, hoy podemos decir que este monumento, quintaesencia del arte musulmán en la India es el regalo del emperador a toda la humanidad.
Hoy,  el gran monumento de amor es una de las “Siete Maravillas del mundo”. Su nombre “Taj Mahal”, se traduce generalmente como “Palacio de la Corona” o “Corona del Palacio”, pero los historiadores nos afirman que su designación no es más que una abreviación del nombre de la Elegida del Palacio, Muntaz Mahal.

LA CONSTRUCCIÓN:
El edificio empezó a construirse hacia 1632, según los planos de un consejo de arquitectos procedentes de India, Persia y Asia central, aunque parece que el auténtico inspirador fue el propio emperador. Trabajaron en su realización más de 20.000 obreros; las obras del mausoleo concluyeron en 1643 y  de las dependencias adjuntas en 1649. En total, el proyecto ocupó veintidós años y costó cuarenta millones de rupias. Se conocen los nombres de algunos de los maestros que participaron en la empresa: el turco Ismail Afandi, que diseñó las cúpulas; QazimKhan, de LahoreChíranjiLalde Delhique se encargó de los mosaicos; el cantero Amir Ah, de Beluchistán; Amanta Khan, de Shiraz (Persia), insigne calígrafo. El maestro de obras fue el turco Listad Isa; la leyenda cuenta que, cuando el edificio estuvo acabado, Jehan ordenó cortar su mano para impedir que pudiese repetir una’ obra semejante. En los escritos de un misionero portugués de la época parece aludirse a la posible intervención de un artista italiano, Jerónimo Veroneo. Aunque efectivamente vivió en Agra durante esos años, nada parece apoyar de forma seria esta hipótesis.

TURISMO:




Según informa el rotativo indio Hindustan Times, el Servicio Arqueológico de la India (ASI) ha emprendido un estudio científico para determinar cuántos turistas podrán entrar cada día en el mausoleo, que en 2006 recibió 2,5 millones de visitas, entre ellas las de unos 500.000 extranjeros. En la primera mitad de 2007, el Taj Mahal registró unos 1,5 millones de visitantes, incluidos cerca de 274.000 extranjeros."Es muy importante llevar a cabo un estudio sobre el peso que puede soportar el monumento, teniendo en cuenta parámetros como la afluencia de turistas, cuestiones de seguridad, la conservación y el ambiente", señaló el ASI en su propuesta. Además, el organismo estudia añadir un microchip de identificación de radiofrecuencias en cada billete de entrada para controlar cuánto tiempo pasan los turistas dentro del complejo, algo que también tendrá el objetivo de garantizar la seguridad. La agencia arqueológica planea involucrar a expertos nacionales e internacionales de varias disciplinas en este proyecto, en el que ha seguido las sugerencias de varias organizaciones mundiales, entre ellas la UNESCO. Está previsto que el informe del (ASI) esté terminado en dos semanas.

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